Un asistente discreto, inteligente, capaz de sugerir salidas y controvertir con asertividad las ideas de su jefe. Así es la secretaria que buscan ahora las empresas y que se impondrá durante el siglo XXI. Por eso, un nombre apropiado para el cargo sería el de asistente-secretaria o, simplemente, asistente ejecutiva.
La tecnología, que algunos consideran como enemigo del trabajo, se ha convertido en el complemento que permite a las secretarias alcanzar niveles mayores de eficiencia.
De acuerdo con el consultor empresarial Alvaro Sarria, experto en manejo de personal y director del Centro de Investigaciones Científicas, los directivos necesitan asistentes capacitadas para tomar decisiones de relativa importancia durante la ausencia temporal de su jefe inmediato y asumir funciones que consumen tiempo valioso.
A los gerentes les recalco que la redacción no debe ser nuestra principal habilidad, pero sí es esencial en la persona que nos asiste en nuestro trabajo de oficina , asegura Sarria.
Pasadas de moda Por eso ya está mandadas a recoger las secretarias que contestaban el teléfono, tomaban dictados y obedecían al pie de la letra todas las órdenes de su superior.
La profesional de ahora debe estar actualizada en las nuevas tecnologías, pero ante todo debe tener muy desarrollado su criterio administrativo, gerencial y de relaciones públicas para ser un apoyo en momentos difíciles o complicados.
Adicionalmente, la asistente ejecutiva debe tener buenos conocimientos en ortografía, gramática, etiqueta y diplomacia, ya que en muchas ocasiones deberá encargarse de organizar y citar almuerzos de negocios o reuniones con gente importante, de los cuales dependerán las finanzas de la empresa.